CRITICAS

TREINTA Y DOS ARGENTINOS

Uno menos que los 33 orientales, pero resumido en años. 32 años argentinos de Charly García y el disco “Clics Modernos” que supo ser bandera e ícono del rock moderno post – dictadura.

Criticado por muchos hace tres décadas por “venderse al sistema”, hoy es el disco bandera de la democracia y hablamos de esos clics modernos que surgieron como disco mainstream. 

Se cumple el trigésimo segundo aniversario del segundo álbum de estudio de Charly García, lanzado el 5 de noviembre de 1983. Año donde surgen nuevos cambios en el país y un quiebre histórico en la política. García llega con un disco que promete modernidad, desde Nos siguen pegando abajo hasta Ojos de videotape.

Si bien el disco iba a llamarse Nuevos Trapos y no Clics Modernos, el músico consideró que la producción de su trabajo tenía que marcar la diferencia y crear nuevas tendencias musicales.

Con esa nueva etapa de rock, García bañaba de modernidad el disco; acompañado de la TR-080, la caja de ritmo que empieza con Nos siguen pegando abajo y atraviesa todo el álbum hasta la última canción.

Charly fue el centro de la polémica en esos tiempos, ya que además de venir de grabar en Nueva York, también se le adjudicaba la culpa por la pérdida de estilo en sus pistas, así como “transar” con las grandes corporaciones. Una culpa que no entiende de ironías, ya que lo mencionaban por vender al sistema y García proponía todo lo contrario: “Y mientras todo el mundo sigue bailando se ven dos pibes que aún siguen buscando encontrarse por primera vez “, Nuevos trapos es el alma del disco y propone, en cuatro minutos, ver toda la hipocresía de un país que, como continúa diciendo, da un cachetazo de verdad:

Habiendo compartido aquél temor, habiendo convivido en ésta desolación total, ya no es necesario más“.

Y la modernidad golpeaba la puerta de todos, incluso de artistas que estaban a la altura de este nuevo García. Caso particular el de Luis Alberto Spinetta, quién luego de ver a sus hijos bailar sin parar en el living de su casa, afirmó: “Yo también quiero que mis hijos bailen con mis discos”.

Y así era, la gente no paraba de bailar y saltar. No me dejan salir, sexta canción en el álbum, refleja una realidad tan cruda como su nombre dispone. Charly crea un paralelismo entre la película The Wall (estrenada poco antes) y la realidad Argentina. Esta canción es la ironía perfecta de García, ya que denuncia la represión en la cual estaba inmerso el país, pero esa denuncia no generaba en el público una sensación de descontento sino todo lo contrario: ganas de bailar y cantar.

Pero el disco termina con una balada. La canción comienza con una melodía en el piano y termina con guitarras, bajos y la caja de ritmos, claro, la Roland TR-808.

“No ves que el mundo gira al revés, mientras miras esos ojos de videotape. Este mundo exclamará por siempre la película que ví una vez y este mundo te dirá por siempre que es mejor mirar a la pared.”

El músico propone una mezcla perfecta de ritmo, concepto y contexto.

El rock se veía afectado por la renovación, la innovación y toda la actualidad de un tipo que vino de Estados Unidos a predicar su música, basada en nuevos estilos, nuevos ritmos y nuevas intenciones.

El avión de Clics Modernos aterrizó antes en un país todavía susceptible, donde lo nuevo relucía mucho y los cambios no se animaban a dar ese paso a la modernidad. Una modernidad que venía en la valija de Charly García, con pasaporte Norteamericano, pero con sangre Argentina.

No hay dudas que venía preparado y con todas las herramientas para acallar esas voces que contradecían algo nuevo y moderno. Pero no pierde la esencia, y 32 años atrás, García le responde a todos en Dos cero uno (Transas): “No creo que pueda dejar de protestar”, haciéndose cargo de un tema que sí entiende de ironías y no de hipocresías. 

Franco Medina

"Cuando el mundo tira para abajo 

es mejor no estar atado a nada,

imaginen a los dinosaurios en la cama"

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Acosados nuestros indios murieron al luchar

“Dejen que la música hable por sí misma” hacen referencia los músicos de A. N.I. M.A. L  como a uno de los consejos que más los marcó durante el transcurso de su banda.

Acreditados, es un programa en el cual muestran en cada emisión el porqué de la separación de un grupo o el distanciamiento de algún miembro importante. Conducido y producido por Carla Ritrovato y emitido en el canal Q. En su primer capítulo nos encontramos con A. N.I. M.A.L  una banda de metal de origen argentino la cual llegó al éxito a fines de los 90.

En este documental  se pone en evidencia una de las situaciones a la que los músicos suelen estar acostumbrados o nosotros, como fanáticos, seguidores tenemos que estar expuestos a escuchar, “Se separo” tal banda, en este caso A.N.I.M.A.L. Los músicos hablan de sus historias, cuentan  su propia experiencia, como también su manager Alejandro Taranto.

Al  ver este episodio se puede ver con claridad cómo fue cambiando la banda desde 1992 hasta 2006, alcanzando la fama pero perdiendo otras cosas que al parecer eran sumamente importantes para su continuidad. ¿Es la fama, el éxito  de cada integrante el factor que en ciertas ocasiones hace que los mismos se separen?

Conflictos de egos, relaciones insostenibles, celos profesionales, opiniones desiguales, infidelidades, abusos de alcohol y drogas, entre otros, son algunos de los motivos que llevaron al colapso a algunas de las bandas más importantes de la historia del rock. Como por ejemplo los irremplazables Beatles,  Led Zeppeling, Oasis, The Smiths, Soda stereo, The Police entre otras.                                              

En el caso de A.N.I.M.A.L  una de las primeras grietas que sufren como lo cuentan en este episodio es la decisión del  primer baterista de la banda, Martin Carrizo, quien decide abandonar la misma.  

“Un poco me dolía ver que no estaban convencidos conmigo. Lo que ellos querían yo intentaba entender y en seguida lo apoyaba. Yo defendía a capa y espada lo que ellos querían, porque para mí eso  es el A, B, C de una banda... conmigo no pasaba eso” Afirma Martin.

“En ese momento nos agarró un bajón tremendo, era como perder a un soldado que venía con nosotros” confiesa Andrés Giménez haciendo referencia al hecho.

Andrés Giménez en guitarra y voz,  Marcelo Corvalán en bajo, cuentan como vivieron ellos este momento que si bien, sumergidos por la euforia del rock and roll y la fama, eran consientes de que no era lo fundamental para el transcurso de la misma, ahora eran uno menos y las expectativas por el nuevo integrante de la banda prometía su continuidad, aunque no tenían la más mínima idea de quién lo ocuparía.

Tras un casting de baterista se incorpora Andres Villanova, Hijo del gran del guitarrista argentino de blues, Miguel Vilanova. Con una diferencia de edad importante con el resto de la banda, Andrés llega con un gran talento a revolucionar la misma. Volvieron a ser tres y la banda siguió su curso haciendo giras por todos lados, creciendo en el mundo de la fama y el éxito.

Tiempo después muchos factores se hicieron notorios en esta situación, la diferencia de edad entre los músicos, la trayectoria  y cuestiones personales fueron uno de los factores por los cuales se fue perdiendo afinidad entre los mismos.

“Cuando vuelvo lo encuentro en el medio de la calle a Andrés, llorando solo” cuenta Alejandro Taranto.

Esta situación se ve reflejada cuando Andrés cuenta como en ese momento el hecho de no haberse sentido valorado por el resto, sabiendo que tenía mucho para dar, fue lo que lo llevo a abandonar la banda porque más allá de la fama y el éxito, a nivel personal no la estaba pasando bien, ya no era lo que esperaba.

“Era estar tocando el cielo con las manos, llegamos..Habíamos llegado, y los tres integrantes no se hablaban entre sí” Alejandro Taranto.

Así fue, como la mala relación entre los mismos pudo más que todo lo alcanzado en esos años, esta banda se termina separando en el 2006. Andrés Giménez decide formar D-Mente (que se separó en octubre del año pasado) y por otro lado “Corvata” Corvalán y Andy Vilanova fundaron Carajo.

Este documental es el claro ejemplo de lo importante que es saber manejar las diferentes situaciones que te va planteando el éxito, lo fundamental que es darle más importancia a cosas quizás más básicas pero que a lo largo del tiempo se hacen notar. La buena relación entre los músicos es la base para que un proyecto pueda continuar. Quizás los de afuera pensamos que todo es fama, éxito y rock and roll pero al parecer hay miles de pruebas de que esto es erróneo, el éxito va de la mano con otras cuestiones, no tanto grupal, sino el éxito personal.

Luego de seis años de separación la banda volvió por una revancha el 2 de marzo de 2015. Volvieron al ruedo con la formación Andres Gimenez, Cristian Lapolla y Marcelo Castro sembrando  grandes expectativas a todos sus seguidores, haciendo valer lo grande y perdurable que fue y es A.N.I.M.A.L para tanta gente.  

Andrés Giménez afirma : "Empezamos de cero, pero maduros"

Marisol Liuzzi